viernes, 26 de marzo de 2010

Intermedio


Para aquellas personas que a veces se asoman en silencio por el blog y han visto una nueva entrada y se preguntan que pasará ahora con Sara y Carlos tengo una mala noticia: no tengo ganas de escribir un nuevo capítulo en este momento. Ya será en otra ocasión.

Resulta que estoy en casa sola, cosa que es bastante bien recibida debido a los pequeños inconvenientes que trae para mi el que haya alguien más en casa (no iré más allá en ese asunto, quien me conoce sabe porque) en fin... en mi idea de estar alejada de la computadora (por más raro que eso pueda parecer) salí de mi casa para ir a comer con mi abue y al regresar me di cuenta de que la reja estaba realmente sucia, y debido a que a veces me ataca la obsesión por tener las manos limpias pense: toco eso y que asco me lleno de bacterias. Así que me puse a lavar esa parte, pero luego noté que en realidad se veía raro una parte limpia y lo demás sucio así que me puse a lavar todo completamente, ya ahi estaba yo subida en una silla lavando la parte de arriba de la reja. Después subí a mi cuarto y dije: pues debería también de lavar mi ropa... y ya encaminada en eso de traer las manos mojadas me puse a lavar (a mano porque en lavadora se maltrata mi ropa y es delicada como su dueña) cosa que de verdad me dejó bastante cansada, entonces me preparé agua de limón, pero al sacar los limones del refrigerador noté que la puerta estaba sucia ( y bueno he de decir también que había unos dibujitos ahí desde hace como tres años o más y que pensé que a pesar de que me gustaban era buen tiempo de dejar algunas cosas atras) así que me puse a limpiar las puertas del refrigerador para que volviera a ser tan blanco como debía. Cuando paré con eso y me senté por un momento ya no me quería levantar, estaba realmente cansada, así que lo único que se me ocurrió fue regresar al frente de la compu a descansar, pero realmente me aburro... y me dieron ganas de escribir, porque hay cosas dentro de mi que quisiera decir pero no se si deba, no se si es el momento adecuado o las consecuencias que decirlo puedan traer. Y bueno... hay una persona que ha intentado con mucho empeño hacerme consciente de las consecuencias que mis actos y palabras pueden traer, así que contrario a mi impulsiva forma de actuar, me sentaré a pensar las cosas para evitarme problemas. (...honto wa zutto kimi no koto wo dokoka de wakatteita mitsukatta tte todoki ha shinai dame da yo nakanaide sou iikikaseta... (8)... realmente me hace recordar muchas cosas esa canción)
Bien... se ha acabado la verborrea xD... a descansar.