domingo, 8 de marzo de 2009

Undelible sadness



Ella estaba encerrada en la prision de cristal a la que la habían confinado hacia muchos años ya, con el propósito de mantenerla pura a los sentimientos humanos. El estaba perdido en una historia sin terminar, buscando a una princesa a la que no conocía poruqe esa parte del cuento aún no había sido escrita.

En su búsqueda, él encontro el palacio de cristal, ahí dentro estaba la princesa, la cual se dió cuenta de la llegada del otro, y sin más compañía, se pusieron a hablar cada uno de su razón de estar en tal situación.

Los días iban pasando uno a uno, las tardes permanecían siempre quietas acurrucando las dos suaves voces que se hablaban entre largos silencios provocados por aquellas escenas donde los dos se quedaban mirando a los ojos.

Inevitablemente, ambos acompañaron sus soledades con la del otro, sin darse cuenta, fueron haciéndose necesarios para el otro... y entonces; pasó lo que no debía haber sucedido nunca: Se enamoraron.

En un lugar donde se encuentran dos figuras olvidadas para el resto del mundo, las cuales no se han encontrado por causas del destino sino por una mera consecuencia del olvido de alguien más, esos dos personajes no pueden mas que conocer el dolor. Sin embargo, ellos no lo sabían y si lo sabían no les importó.

El príncipe siempre volvía a ver a su princesa, la princesa siempre permanecía esperándole en lo alto de la torre, al verle acercarse, bajaba a recibirle a la pared del jardín. Esos muros, transparentes como hielo, no permitían sentir siquiera el calor del otro, y olvidados ahí, los dos permanecían sin esperanza alguna de algún día poder abrazar al otro, y mientras más se amaban, más se lastimaban sus corazones...

lunes, 2 de marzo de 2009

Escaparates



Camino al trabajo me doy cuenta, de que inevitablemente, sin pensarlo, la vanidad está en mi todo el tiempo. Cuando apenas voy a tomar el transporte, con el sol a mis espaldas, veo mi sombra delante de mí. Le pongo atención y veo una joven que camina con un abrigo y bolsa en mano con paso apresurado pero seguro, agachando la cabeza? solo si es por vanidad.


Al bajar del transporte, me queda caminar calle y media hasta llegar a mi trabajo. Inmediatamente comienzo a voltear a la derecha: Hay una construccion en obras pero que en la parte inferior ya tiene vidrios... mi reflejo se ve tenue y veo como camino con ese mismo paso rápido, síntoma de que ya voy tarde. En la esquina de la siguiente calle hay un banco. Probablemente el viejito que cuida autos afuera se pregntará porque me causa tanta curiosidad ver todos los días hacia dentro, pero el interior obscuro del banco convierte el cristal en un espejo...


Lo mismo pasa cuando voy a la escuela en la tarde, paso por los escaparates de tiendas de ropa y artículos de belleza y en realidad no se muy bien que es lo que hay dentro, mas bien veo si mi cabello esta en orden o como luce la combinación que elegí para ese día.


Sin quererlo me di cuenta de que verdaderamente me preocupa mi aspecto, y aunque no soy de las mujeres que están todo el tiempo maquilladas y peinadas, creo que de alguna forma cuido la imagen que los demás tienen de mí, y sigo con la interrogante de aquella frase qe escuche alguna vez: ¿Es vanidosa la mujer que se la pasa arreglándose para verse bien o la que no se arregla tanto porque se sabe perfecta?